En las últimas semanas, los estados de Texas y Florida han sufrido los efectos devastadores de huracanes y grandes tormentas, y otras zonas del país han notado el terremoto que sacudió México hace dos días. A los cientos de millones de dólares que habrá que destinar a su recuperación, los precios de las casas en los condados más propensos a sufrir catástrofes naturales se han disparado hasta un 55% en los últimos años, según un estudio.