La calle Lancaster de Barcelona es una de esas angostas vías de Ciutat Vella, con edificios antiguos, altos y portales estrechos. Y muchos de ellos llevan años degradados, vacíos y tapiados. Esta misma semana se supo que el fondo de inversión MK Premium compró un edificio de esta calle «para rehabilitarlo» y, días más tarde, el Ayuntamiento de Barcelona anunció que compraba los número 7, 9 y 11 de la misma calle «para evitar la expulsión de los vecinos».
El distrito donde se concentran más edificios ‘viejos’ es, sin duda, el casco antiguo de Barcelona. Según los datos del Ayuntamiento, el 68,3% de las fincas de este distrito datan de antes de 1901. Toda esa cartera de inmuebles privados con más de 100 años debían mantener una serie de buenas prácticas de conservación y acondicionarlos para su habilitabilidad.
En 2012 el Ayuntamiento de Barcelona, con CiU al mando, puso en marcha el Plan Dintres, un pograma para ayudar a los propietarios para que mantuvieran las fincas en buen estado de conservación. Desde 2014 no se han vuelto a rehabilitar viviendas dentro de este programa en los barrios de este distrito.
Para los inversores patrimoniales, todo este parque de viviendas por rehabilitar en el centro de una ciudad tan demandada como Barcelona es un caramelo demasiado dulce para desperdiciar. Es el caso de la firma de inversión catalana MK Premium, que estos días inició los trámites para adquirir un inmueble en una calle del Raval, la Lancaster, una vía pequeña paralela a la Rambla, en la parte baja. Una ubicación privilegiada y demandada.
No era el primer inmueble que la inmobiliaria compraba en esta calle, el número 13 también es de su propiedad. El Ayuntamiento iba a adquirir este inmueble, pero hasta esa fecha no se puso en contacto con el propietario, según MK Premium. Daniel Leiva, socio fundador de MK Premium, declaró que su compra se debe a que «nadie ha actuado en este bloque y necesita someterse a una exhaustiva rehabilitación. Existían varios fondos de inversión interesados en el edificio y el Ayuntamiento ni siquiera se había pronunciado».
El edificio adquirido por MK Premium, según los inversores, llevaba más de 20 años tapiado y su objetivo dicen que es el de rehabilitarlo «velando por la conservación del patrimonio».
Unos días después de que MK Premium comunicara los trámites de compraventa del inmueble (no ha trascendido el número de la calle), el Ayuntamiento anuncia que compra las fincas de los números 7, 9 y 11 de la misma calle del Raval, por los que ha pagado 5,6 millones de euros. Estos inmuebles suman 41 viviendas y sí tienen inquilinos. Sus arrendatarios denunciaban el estado de degradación en el que se encuentran las fincas y la intención del equipo municipal declaran que es la de evitar que sean «expulsados de sus viviendas».
Tras estas compras en esta calle hay una pugna entre MK Premium y el Consistorio que viene de meses atrás. En enero, la finca número 13 de la calle Lancaster pertenecía ya al fondo de inversión catalán y, según el Gobierno municipal, inició obras con inquilinos en su interior, por lo que estos hicieron ‘mobbing’ a los vecinos para vaciar los inmuebles y volverlos a alquilar como viviendas de alto standing, según informó el Ayuntamiento. La compañía, por su parte, garantizó contar con todos los permisos de obra y que no afectaba a la familia que vivía en su interior.
Ese capítulo desencadenó una demanda de MK Premium a la edil Gala Pin por calumnias e injurias. Mientras tanto, las fincas llevan más de 13 años a la espera de ejecutarse un plan especial urbanístico, según comunica el mismo Ayuntamiento. De momento, los inmuebles de los números 7, 9 y 11 serán destinados a alquiler social y el 13 queda en el aire su destino, fruto de la polémica que se arrastra desde enero de este año.